Nancy Carreño Rojas / Directora Método TÜY




Cuando era niña y miraba mi diccionario, nunca encontré la palabra deporte. Las únicas actividades físicas que realizaba eran las obligatorias que aparecían en el pensum escolar.

Llegada la adultez llegaron dos embarazos  también y gracias a esos kilitos de más y a la vanidad femenina, nació mi pasión por el atletismo. Inicialmente comencé caminando todas las mañanas. Más tarde empecé a correr por una vía principal de un poste a otro, paraba y volvía a empezar. Hasta que fui sumando  más postes.


Pasaron dos años y descubrí que habían remodelado un gran parque que existía cerca a mi casa. Para esa época ya podía correr durante una hora sin parar. Lo que nunca imaginé fue que  en ese gran parque mi vida cambiaría para siempre.

 Allí conocí a un grupo de señores que entrenaban todos los viernes. Ellos me enseñaron a entrenar, a ponerme metas a corto y  a largo plazo. A participar en carreras de atletismo que hasta ese momento yo no sabía que existían. Así fue como corrí mi primera media maratón. Luego vino mi gran reto: entrenar para correr una maratón en Estados Unidos. Nunca llegué a contemplar realizar entrenamientos tan exigentes como los son correr 25, 28 o 32 kilómetros. Esos entrenamientos son los que dejan sacar a flote el compromiso consigo mismo, la templanza, la fortaleza, la perseverancia, la capacidad de decisión y mucho más. Como dice  aquella frase célebre de Haywood Hale Broun: “El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto”.


Corrí la maratón de Chicago. La experiencia más maravillosa que he tenido fue cruzar la meta. Me sentí una campeona mundial. Haber logrado correr 42 kilómetros sin parar! Me sentí la mujer más feliz del mundo!

Desde entonces no he parado de correr, participo en todas las carreras que puedo. Pero lo mejor que me ha pasado es que con este deporte he conocido a los mejores amigos del mundo!


Cada día fui encontrando más y más beneficios en estas prácticas deportivas no competitivas,  al punto tal que giré  mis actividades profesionales para enfocarlas tiempo completo a impulsar el ejercicio anti sedentarismo, profundizando en el estudio de los grupos que realmente es necesario habilitarlos para la consecución de una mejor vida.


En mis investigaciones siempre he tenido presente que hay que inducir de forma segura y sin complicaciones el ejercicio y los deportes, teniendo en cuenta que no se le debe complicar la vida a las personas. La respuesta de un gran número de personas abordadas y encuetadas son: No tengo gimnasio, parque o escenario cerca de mi casa, es que me levanto para el trabajo muy temprano y llego muy tarde, los festivos y domingos me ocupo de las actividades caseras, no tengo presupuesto para pagar mensualidades, no tengo quien me dirija, en fin muchas respuestas de las llamadas de resistencia  al no cambio.



Tuve que investigar hasta hallar soluciones, reflexioné en mi experiencia y encontré lo más valioso que consiste primero en conseguir actitud y disposición y a partir de esta construir sobre cuándo, cómo, dónde..  También examiné el significado de disciplina, filosofía del ser, claro encontré las respuestas que me conllevaron al hallazgo del método TÜY, que tiene todo los componentes necesarios para conseguir los mejores resultados. Me convertí en la conductora exclusiva de este método en Colombia.  

El sedentarismo no perdona, él progresa velozmente, se manifiesta de muchas maneras que tienen infinidad de escusas y analgésicos inicialmente, después se transforma en enfermedades, óseas, de  tejidos blandos, hasta que daña los órganos… por eso esta imagen que corresponde…