El colegio Agustiniano donde estudié se destacaba por el excelente
nivel académico, los valores sociales y los deportes, entre los cuales éramos
famosos jugadores de baloncesto y el football.
Fui miembro del equipo de
baloncesto, nuestro entrenador era el mismo técnico de la selección Bogota,
quien me incluyó en está para jugar los campeonatos nacionales en categoría
juvenil. El football no me era indiferente, en el cual participé en torneos
inter-barrios organizados por el Club los Millonarios. Jugué en el
estadio el Campin en preliminares de partidos con el lleno hasta las
banderas. Entrenaba todos los días después de clase, por eso era flaco como un
palillo, quemaba muchas calorías a diario.
Finalizado el bachillerato
ingresé a la Universidad Javeriana para estudiar medicina, mi gusto por el
baloncesto me seguía acompañando, en los dos primeros semestres, hice parte del
equipo, participaba en torneos interuniversitarios. La carga académica, los
frecuentes turnos hospitalarios en algunas rotaciones con noche de por medio me
impidieron continuar seguir en el equipo.
Una vez finalizada mi
preparación universitaria pude reactivar mi actividad deportiva, empecé a jugar
recreativamente tenis, squash, a trotar una hora diaria, a participar en varias
ocasiones en carreras 21K, como media maratón de Bogota.
Hace varios años me
entusiasmé por el ciclismo alternando la ruta con el ciclo montañismo. Para mí
es un logro haber podido pedalear hasta Paipa, (Boyacá) haber participado en
varias travesías de los Dinosaurios de ciclo montañismo en Villa de Leiva.
Tuve la oportunidad de ser
invitado y conocer a Fernando Herrera fundador del grupo Bicibiela en donde he
podido entablar amistad con grandes personas a quienes aprecio mucho, con
quienes compartimos el gusto por el ciclo montañismo, disfrutando los lindos
paisajes y la camaradería de la amistad.
Como médico estoy
convencido de los grandes perjuicios del sedentarismo para la salud física y mental.
Los médicos debemos dar ejemplo en la actividad física, ser consecuentes con lo
que predicamos, es la mejor forma para motivar a nuestros pacientes. Está
demostrado que la actividad física reduce el riesgo de enfermedades
cerebro-cardiovasculares como el infarto de miocardio. La obesidad, la diabetes
mellitus, la dislipidemia, ayuda a controlar la ansiedad, el estrés, la
depresión mejorando la autoimagen y la confianza en sí mismo.
A nivel musculo-esquelético
mejora el equilibrio, la postura, permite el fortalecimiento de huesos y
músculos. Se sabe que aproximadamente el 70% de la población general es
sedentaria por lo que las estrategias deben encaminarse a concientizar y educar
a la población desde niños de que el ejercicio es un excelente aliado para la
salud. La organización mundial de la salud recomienda mínimo 30 minutos a una
hora de actividad física preferiblemente todos los días de la semana. De
modo que ánimo y a hacer del ejercicio físico y de una alimentación saludable
rica en frutas y verduras y bien balanceada parte de nuestros hábitos de vida
saludable.